19 DE ABRIL DE 1810 por: Gilberto Bruzual Báez
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Los pueblos que olvidan o no conocen su historia, navegaràn siempre a la deriva y sin rumbo
19 DE ABRIL DE 1810
Por: Gilberto Bruzual Báez
Por los hechos esa fecha no fue una manifestación expresa de querernos separar de España porque con la renuncia de Emparan el Cabildo de Caracas lo que hizo fue constituirse en Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, Rey de España, quien había sido depuesto del trono (1808) por Bonaparte
Bolívar conociendo el complot no quiso participar y por ello no viajó a Caracas y permaneció en su hacienda en Aragua.
Muchos historiadores y la misma tradición venezolana por lo menos en las antiguas escuelas primarias donde se hacían representaciones estudiantiles consideran el 19 de abril de 1810(jueves santo) como fecha del inicio de la lucha por la independencia, popularmente conocido como “Grito de Independencia” que otros llaman jocosa o irónicamente “Grito de dependencia a España” por los intereses que representaban sus promotores y la Junta Suprema.
Lo del inicio de la lucha por la independencia que se pretende ver con el 19 de abril tampoco es verdad porque no pueden ignorarse las acciones autonomistas del zambo José Leonardo Chirino; también de Francisco de Miranda o de los guaireños Manuel Gual y José María España, entre otros. Sin embargo, aunque no haya sido el inicio el 19 de abril esa fecha constituyó un paso de suma importancia y de gran peso para lograr luego la independencia y creación de la llamada Primera República nacida como Confederación de Estados en la primera Constitución que tuvimos (1811).
La clase pudiente de Caracas representada en el Cabildo lo que quería era tener más poder frente al gobierno central representado en el gobernador; estaban enfrentados, era una lucha en principio por sus intereses personales, sociales, económicos y políticos y no por tener un país o república independiente de España, situación que cambió después con el devenir de una serie de acontecimientos como suele suceder muchas veces en la vida, por ejemplo en el mismo caso de Simón Bolívar: ¿quién se imaginaría al futuro Libertador un don Juan, un bailarín, amante de la dulce vida en los mejores salones de Caracas y de Europa que siempre se la pasaba pidiendo créditos en tierras lejanas a cuenta de las remesas de una fortuna heredada, así como a un Bolívar peleón con sus vecinos de propiedades para luego verlo como un gran personaje político, estadista y guerrero empuñando las armas para liberar a varias naciones lleno de glorias para lo cual abandonó sus intereses, tranquilidad y vida privada ?
Y no falta quien haya sostenido que si Bolívar no hubiera enviudado joven no se hubiese dedicado de lleno a la política y a las hazañas militares; viudez quizás que le cambió la vida en lo personal y a las naciones que libertó. Sin embargo, sostener esa tesis es algo que en las disciplinas sociales no puede probarse como tampoco interesaría; importan más los resultados y no las motivaciones o las causas del porqué una persona hace algo, además se sabe que en la vida nada está predeterminado. Dios le dio al hombre albedrío para tomar decisiones que pueden cambiar el rumbo de una persona o el de un pueblo o nación, no obstante, que muchos filósofos, teólogos, metafísicos y religiosos consideran que nada sucede en este mundo por casualidad sino por causalidad.
Hay estudiosos que consideran el 19 de abril como el último acto de lealtad del grupo social que ejercía el poder económico y político en la Colonia por medio del Cabildo de Caracas. Más de uno ha señalado que los integrantes de esa Junta y sus aliados pensaron en todo menos en una independencia porque una separación colidía con sus propios intereses y condición social.
Sin lugar a duda el 19 de abril de 1810 luego despertó muchos ideales y sueños por la misma dinámica que pueden ocasionar a veces los hechos sociales que al final en este caso ayudó y aceleró las acciones para la separación de España.
Ese día 19 de abril, ya para los oficios religiosos del Jueves Santos, el Gobernador y Capitán General Vicente Emparan cuando se dirigía a la iglesia fue interceptado y llevado a Cabildo extraordinario. Luego es presionado a renunciar por ese mismo organismo ante un nutrido grupo de personas que se encontraba en la calle frente al Ayuntamiento, hoy día inmueble de la Cancillería conocido como Casa Amarilla. Además, estaban representantes del clero, intelectuales, comerciantes y militares.
Ya es conocido por las viejas y nuevas generaciones el célebre episodio histórico. Emparan parado ante la ventana del órgano municipal le preguntó a las personas que estaban afuera (plaza Mayor, hoy Bolívar) si querían que él los siguiera gobernando y, por otro lado, el sacerdote José Cortés de Madariaga le hacía señas a la gente para que contestaran que "no". Cuando escuchó la negativa del pueblo Emparan respondió que él tampoco quería mando. Renunció y lo dejaron marcharse para España.
Junta Suprema
El Cabildo de Caracas se constituyó en Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, rey de España, que había sido depuesto del trono (1808) con la invasión francesa de las tropas de Napoleón, asumido luego por José I Bonaparte, hermano mayor de Napoleón, poder que recupera en 1813.
Para nosotros el 19 de abril de 1810 está cargado de mucha emoción y confusión histórica que de clara acción y unión para lograr la independencia. La Junta que se instala lo hizo para defender, como se ha dicho, los intereses de Fernando VII y protestar la invasión francesa a España, pero más que por esos pretextos fue en defensa de sus propios intereses. Otros autores afirman que fue una estrategia para ocultar el real objetivo del movimiento: la independencia.
Como lo explicamos en un Micro-Educativo, Bolívar ya con su sueño de liberar a Venezuela del imperio español en 1807 emprende su regreso a su tierra natal .Se dedica primero a la actividad privada en sus haciendas que había heredados y a resolver algunos litigios judiciales que tenía por asuntos de linderos de sus propiedades, no obstante que mantenía relaciones políticas en Caracas hasta la llegada de los hechos del 19 de abril de 1810 que, según algunas versiones, habiendo estado antes de esa fecha varios días allí al conocer la conspiración que se preparaba para ese día prefirió quedarse en su hacienda de Aragua.
Después del 19 de abril se concretó, tomó fuerza y entusiasmo el movimiento separatista y a los 14 meses el Congreso Constituyente instalado el 2 de marzo de 1811 hace cesar las funciones de la Junta Suprema y declara la independencia de Venezuela el 5 de julio de 1811, acta que fue firmada por los diputados no en esa fecha sino varios días después.
Miembros de la Junta Suprema
El 25 de abril de 1810 la Junta Suprema nombra a 23 miembros, entre los cuales figuraron José de las Llamozas, José Cortés Madariaga, Juan Germán Roscio, Lino Clemente y José Félix Ribas. Se designa como Ministro de Relaciones Exteriores a Juan Germán Roscio y a Lino Clemente en Guerra y Marina.
En poco tiempo se logró la adhesión de 6 provincias, salvo Coro, Maracaibo y la de Guayana, esta última que se había unido al movimiento independentista (11/5/1811) pero que se pierde luego cuando reconoce al Consejo de Regencia de España (3/6/1811).
Misiones diplomáticas
A los pocos días del 19 de abril de 1810 la Junta nombró varias misiones diplomáticas para conseguir apoyo internacional. Para Inglaterra fueron designados Simón Bolívar, Luis López Méndez y Andrés Bello como secretario de la delegación. La Junta gobernó hasta la instalación del Congreso Constituyente (2/3/1811) que le correspondió aprobar la primera Constitución de Venezuela que creó una Confederación de Estados, Ley Suprema elaborada por diputados en representación de Margarita, Mérida, Cumaná, Barinas, Barcelona, Trujillo y Caracas.
EL legislativo estaba conformado por la Cámara de Representantes y un Senado. El Ejecutivo residiría en la Ciudad Federal y estaría integrado por tres individuos elegidos popularmente con una duración en sus funciones de 4 años, debían poseer alguna propiedad de cualquier clase en bienes libres. En el Triunvirato la presidencia se la turnaría cada miembro. Para el primer período fueron designados el Dr. Cristóbal Mendoza, Juan de Escalona y Baltazar Padrón.
Hoy en día se celebra el 23 de junio como día del Abogado en honor al eminente probo jurista y político Dr. José Cristóbal Hurtado de Mendoza (Cristóbal Mendoza), quien llegó a ser no solamente el primer Presidente de Venezuela, sino que ese ilustre trujillano nacido el 23 de junio de 1772 fue también diputado al Congreso de 1811, Gobernador de la Provincia de Mérida (1813), Presidente de la Corte Suprema de Justicia (1822) e Intendente del Departamento de Venezuela (1826).
El Poder Judicial estaba conformado por una Corte Suprema de Justicia y otros tribunales. Es curioso, interesante e importante destacar que el artículo 195 de la Constitución de 1811 que debió repetirse en todas (y lo cumpliéramos) consagraba bellos valores sociales y morales, como los siguientes:
“Ninguno es hombre de bien, ni buen ciudadano, si no observa las leyes fiel y religiosamente, si no es buen hijo, buen hermano, buen amigo, buen esposo y buen padre de familia”.
El historiador venezolano, merideño, Caracciolo Parra Pérez(f), abogado, diplomático, exministro de Educación cuando López Contreras, Canciller en el gobierno del general Isaías Medina Angarita y dos veces encargado de la presidencia de la república en ese gobierno, nos dice en su libro Historia de la Primera República de Venezuela, Tomo I, tercera parte (publicado originalmente en 1939) que a mediado de 1809 se había designado como Capitán General de Venezuela al brigadier Vicente de Emparan, oficial de marina, antiguo jefe militar de Puerto Cabello y también gobernador de Cumaná, en cuya ciudad había aplicado medidas liberales en materia de comercio y en otras, y que por tener ciertas habilidades políticas, se creyó que pudiera al frente de la Capitanía, manejarse con mayor ecuanimidad y cordura en Caracas, sin embargo, desplegó un carácter de popularidad desconocido hasta entonces en los capitanes generales.
Apunta Caracciolo Parra Pérez que como el nombramiento del nuevo Capitán General provenía de una orden personal de Bonaparte esa circunstancia tuvo indudable decisiva influencia en los sucesos de su gobierno y que como la conducta de Emparan era contradictoria, alternativamente violenta y débil esos factores fueron determinantes para el movimiento separatista del año siguiente. Dice que Emparan desde el principio se enemistó con el clero y emprendió una lucha contra el Ayuntamiento, que daba señales de independencia en aquellas delicadas circunstancias de crisis política, y contra la Audiencia que le hacía oposición elevando quejas a España. Asimismo, narra que Emparan aplicaba medidas de represión política, enviaba la gente a trabajar en las obras públicas sin previo enjuiciamiento; desterraba sujetos respetables y tomaba providencias tiránicas en materia de comercio. ( ob. cit. pp. 367-368).
Agrega el historiador sobre los hechos del 19 de abril que “Pocos pensaban aún entre criollos y peninsulares, unidos por el deseo de instituir una junta de gobierno, en independizar a Venezuela de España. El pueblo, por su parte, no concebía ni entendía absolutamente nada en la materia y se apegaba con lealtad al Rey y a la religión, cosas para él inseparables y que debían serlo todavía más en el porvenir inmediato. En rigor, las clases bajas no tenían queja de la administración colonial; no tanto, según se repite tendenciosamente, porque las tuviese el gobierno español sumidas, de propósito deliberado, en la mayor ignorancia y abyección, sino porque preferían, como se verá más tarde, el régimen imperante, imparcial si no liberal, al posible dominio de los aristócratas criollos, cuya vanidad era inconmensurable y anunciaba abusos y tiranías de todo género. Emparan dirá luego que “ni el comercio, ni el clero, ni el pueblo en general han tenido parte alguna en
la revolución de Caracas” . Y el intendente Basadre expresó: “la revolución fue sólo obra de la nobleza”. (ob,cit.pp 380 y 381).
Caracciolo Parra Pérez también destaca que “El impetuoso ardor de los jóvenes caraqueños decidió la marcha de los sucesos y marcó con su sello indeleble los destinos del Continente americano. Reunidos algunos de aquéllos, el 18 de abril, en la casa de Manuel Díaz Casado —según Austria— resolvieron intentar un golpe al día siguiente y aprovechando las festividades del jueves santo, deponer las autoridades y establecer un nuevo gobierno en nombre de Fernando VII, con el fin de no alarmar prematuramente al pueblo, gobierno que presidiría, al principio por lo menos, el propio Capitán General. Gran número de los miembros del Ayuntamiento estaba de acuerdo con los revolucionarios, cuyo proyecto combatían los alcaldes José de las Llamozas e Isidro Quintero y el regidor Mora. Entre los opositores nómbrase también a González. A instancias de Martín Tovar Ponte y de Anzola convino, sin embargo, Llamozas, en su carácter de vicepresidente del Ayuntamiento, en convocar un cabildo extraordinario para la mañana del 19. A las tres de la madrugada del día decisivo conferenciaban aún los conspiradores en la casa del doctor José Ángel de Álamo. Los Montilla, Ribas y Toros recorrieron la ciudad invitando al pueblo a reunirse en la plaza principal. Los Bolívar, Toro y Carabaño estaban en aquellos momentos ausentes de Caracas. Pedro Gual y Miguel Peña vivían en Trinidad; Sanz desterrado en Puerto Rico. Tovar Ponte contaba más tarde a Level de Goda, en Curazao, que Bolívar rehusó entrar en el movimiento porque él no pudo darle seguridades de que se formaría un gobierno aristocrático en reemplazo del español, a lo cual respondió Tovar que la nobleza venezolana por reducida y pobre no podría gobernar el país. Fue entonces cuando Bolívar decidió irse fuera de Caracas. Delatados días atrás los manejos de los patriotas por el mulato Arévalo, capitán de las milicias de Aragua, a la sazón acantonadas en Caracas, Emparan respondió a quienes fueron a anunciarle la conspiración que ya había tomado las medidas necesarias. Tampoco atendió el Capitán General a la denuncia que se le hizo de estar reunidos los del complot en casa de Álamo.
Los destinos se cumplen, y el Cabildo de Caracas realiza su primer acto revolucionario al reunirse ilegalmente, sin la previa convocación del Capitán General, único funcionario facultado para hacerla. A las ocho de la mañana los regidores Valentín de Ribas y Rafael González pasan a invitar a Emparan a presidir la asamblea. Ante la Casa consistorial, un grupo de agitadores rodeados de sus esclavos excitan al pueblo que llena la plaza.
Presente ya el Capitán General tomó el primero la palabra D. José de las Llamozas y explicó que había convocado el Cabildo en vista de las victorias de los franceses en España, del cautiverio de Fernando VII y de la extinción del poder central confirmada por los propios bandos de Emparan, circunstancias que según su criterio imponían la creación de un gobierno representativo del pueblo venezolano, que ejerciese la soberanía reasumida por el mismo pueblo. A lo cual agregó Martín Tovar que dicho pueblo se negaba a reconocer el poder del Consejo de Regencia…”. (Caracciolo Parra Pérez ob.cit pp. 381 -382).
Ese era el panorama político y social a la llegada del 19 de abril de 1810 con respecto al régimen de Vicente de Emparan como gobernador y Capitán General de Venezuela (1809-1810).
Este gobernador, como dijo, había sido nombrado originalmente en 1809 por el régimen del rey José I Bonaparte, pero después de jurar fidelidad a Fernando VII la Junta Central Suprema de España le ratificó su nombramiento. Bolívar había entablado amistad con Emparan.
En definitiva, el 19 de abril de 1810 entre los historiadores sigue siendo una fecha polémica en cuanto a su significado. Es lamentable que muchas personas, incluyendo dirigentes políticos y de otros sectores, confundan las fechas del 19 de abril de 1810 con la del 5 de julio de 1811.
Gilberto Bruzual Báez.
Abogado. UCV. 1966.
Docente universitario.
Miembro fundador de la Sociedad Bolivariana de
La Guaira. (1983).
Individuo de Número (Sillon K )del extinto Centro de Historia Bolivariana y Naval de Venezuela. (1996).Fundador directivo del Centro de Historia del Departamento Vargas(1976).
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Parra Pérez, Caracciolo. Historia de la Primera República de Venezuela.Tomo I. Tercera parte. Versión digital. (Publicado originalmente en 1939).
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